jueves, 18 de febrero de 2010

¿Qué está pasando en RTVE?


Extraído del blog de CC.OO

Lo que está ocurriendo en la televisión pública empieza a tomar un cariz serio y preocupante. Como es sabido, el pasado 1 de enero se estrenó la nueva televisión pública sin publicidad. En paralelo, y como hemos venido denunciando en este blog desde su nacimiento, una productora -Mediapro- se iba beneficiando de las diferentes medidas tomadas por el Gobierno socialista, bien a través de TVE, bien a través de medidas legislativas que afectaban al sector y que iban encaminadas a sacarle del atolladero económico en el que se encuentra.

La realidad es que el Gobierno se ha granjeado en tiempo récord un grupo de comunicación afín en torno al hólding Imagina (en el que se encuentra Mediapro y que ahora ultima un acuerdo para integrarse con Antena 3). A la par, no ha descuidado sus relaciones con el grupo alternativo de comunicación nacido de la fusión Telecinco-Cuatro. Se puede afirmar que el Gobierno ha movido ficha para salvar la cuenta de resultados de los dos grupos mediáticos nacidos tras las fusiones y prepararlos convenientemente con vistas a las elecciones generales.

La de TVE es una “partida” más puesta a disposición, en este caso, de Jaume Roures. El resumen de los movimientos gubernamentales en favor de Mediapro es enorme y, desde luego, resulta a todas luces bochornoso:

RTVE encarga a Mediapro que distribuya sus canales en América
TVE externaliza, a cuenta del erario público, la producción de programas que se podrían hacer en casa, trabajo que va a parar también a manos de Mediapro
El Gobierno suprime la publicidad en TVE y la gran beneficiada es Mediapro
El Gobierno aprueba la TDT de pago en tiempo récord para beneficiar a Mediapro, que necesitaba empezar a explotar los derechos del fútbol
El Gobierno modifica la legislación para permitir las fusiones entre cadenas nacionales, favoreciendo así a La Sexta (Mediapro), que tenía en su agenda -como necesidad imperiosa- ”casarse” con otra cadena
Paradójicamente, el gran beneficiado de todas estas medidas y movimientos se permite el lujo de vaticinar la caída de TVE en términos de audiencia y de solvencia económica, y se frota las manos con un escenario en el que sabe que accederá a una mayor porción de tarta publicitaria (a través de La Sexta y en el marco de su fusión con Antena 3) y en el que podrá implantar su plataforma de TDT de pago con la connivencia del Gobierno, de Antena 3, de Vocento y de Unidad Editorial, todos los cuales parece que cederán sus canales de pago a Roures para montar su negocio de pago al estilo Digital+ pero vía TDT. Lamentable.

Estamos, sin duda, ante el peor momento en el ámbito audiovisual de toda la democracia. El Gobierno, cuando tecnológicamente era posible contar con una oferta plural de televisiones, ha fomentando la concentración, dando lugar a un duopolio (Antena 3-La Sexta y Telecinco-Cuatro) que maneja a sus anchas, dejando a TVE como un mero reducto manejado desde Moncloa para dar trabajo a sus amigos y con la puerta abierta a expedientes de reducción de empleo si fuesen necesarios en el caso de que las cuentas no cuadren. Y no cuadran, claro.

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