lunes, 21 de diciembre de 2009

La lotería de navidad


Es precisamente ahora el momento en que todo puede pasar. Esta frase puede aplicarse a cualquier momento, en cualquier año...aunque no seamos muy crédulos en cuanto a esto: en cualquier momento puede pasar lo mejor o lo peor.


Pero en esta mañana del mes de diciembre, cuando realmente para todos empieza el invierno y la navidad, parece como si se abriera una especie de puerta a infinidad de cosas que de antemano se encuentra de par en par para todos. Pura ilusión; seguro, y más cuando "sólo" se trata de dinero. Pero hablar de dinero en este momento es poco menos que infame, o mejor, desilusionante. Porque en el momento desde el que hablo las caras de la gente, las prisas por levantarse de todos los miembros de la familia, la emoción por casi nada que entra desde la pantalla del televisor, la búsqueda desesperada de un boli que nunca está en su sitio, o el simple hecho de estar en frente del televisor con cara de pasmarote, escuchando una letanía de números que se repite en ritmo y cadencia, quizá lo que realmente nos tiene enganchados; bien justifica esta liturgia anual que a todos nos atrae. Ese círculo de números y premios que va formando una canción de eterno estribillo y que todos relacionamos con momentos agradables: estar en casa desde pequeños, alrededor de la estufa, con los cubiertos del desayuno que se quedaron a vivir encima de la mesa, la tía que entra desde la calle y lo primero que pregunta es: "¿Ha salido el gordo ya?". El sinfin de participaciones de dudoso origen, desde la peña bética "El orejón", hasta la Virgen de "La Peña", que por supuesto nadie sabe cómo llegó hasta la olla, donde desde siempre se guardaron en mi casa décimos y participaciones.


La suerte está echada. Quedan segundos para que empiece. Yo he comprado uno. Uno de los 85.000 décimos posibles. Así que es más probable que me caiga un rayo, pero este momento es precioso, pura tradición. Quizá por eso nos insistan tanto nuestros mayores en que las tradiciones no se pueden perder, que es como perder parte de tus raíces, parte de tu ser...


Empiezan a girar los bombos. Mi hermano no se entera de cuánto toca por cada euro invertido. El repunte de ilusión ha vuelto a rozarme por la punta de los pelos de la cabeza .Y si me toca...seguramente sólo recuerde con las años la cara que puso mi madre.


Son las 09:12 y ya empiezo a acostumbrarme a eso de mil euros.....mil euros......mil euros.....mil euros.....

miércoles, 9 de diciembre de 2009

A veces pasa

A veces pasa.


Hoy ha sido en la estación. De noche. Hacía frío. La gente andaba cansinamente, de vueltas de otro día cualquiera, sin nada más en su haber que estar en medio de otros dos similares.


Miradas al vacío, caras indiferentes, cansadas y con un punto alarmantemente creciente de hastío.


Vi a una chica a lo lejos. Iba por uno de los pasillos elevados. Sola. Y entonces pasó.


Me puse triste. Triste por nada, triste por casi nada. Por no esperar nada, por no poder cambiar mucho, o quizá por no tener ánimo para cambiar algo.


Me convertí en otro. Otro de aquellos rostros rotundos, pesados, graves...desganado.


Quizá sea la estación. El hecho de que allí todo pasa, nadie ni nada va para quedarse; que no sea el hogar de ser viviente alguno...que hayan pasado por allí otros yoes que ya no están. Otras ilusiones que ya cambiaron...otro tiempo que ya se fue. ¿O será que pronto cumpliré 30 años?.


Qué bueno que sólo a veces pasa.




martes, 17 de noviembre de 2009

Una tarde con mi abuelo.

Estoy en la habitación 226 del Hospital de Valme. El paciente es mi abuelo. Tiene 90 años. Está colostomizado y además orina por una sonda desde hace 5 años. Son números que circunvalan las medias, porque según los médicos pocos son los que pueden contar tantos días en su haber con tales problemas de fluidos orgánicos. Entre la fortaleza y la suerte están encontradas las apuestas de los facultativos que aparecen con cuenta gotas.

Cualquier galeno que pase por ese pasillo, lleno de voces anónimas y móviles mal educados, puede pararse quizá unos segundos ante tales datos…no más, al fin y al cabo se trata de un abuelito, como ellos los llaman; y los casos quirúrgicos interesantes no suelen estar en ese arco de edad. Para mi esos “datos” son una pavada, una pamplina, una menudencia si atendemos a lo importante, a lo personal, a eso que cada vez más se sumerge en el olvido de esta sociedad de prisas, de comisiones e intereses por encima de lo demás. Del “yo” antes y después de lo demás.

Si en esta habitación hubiera un espectrograma de la dignidad, habría que cambiarlo cada cinco minutos; porque de esa mi abuelo va sobrado. Los niveles se saturarían y los médicos más potentados del país no se retirarían de su cama ni un instante. Se enorgullecerían tan sólo con poder contar que lo vieron respirar, entre cafés algún atrevido de entre ellos se arriesgaría incluso a aseverar que el vejete le guiñó un ojo, o al menos eso le pareció. Sus gasas y sondas se convertirían en el mismo instante que lo rozaran en auténticas reliquias, codiciadas y hasta bien tasadas en el mercado negro. Y a nosotros, sus familiares, vendrían todos los medios nacionales e internacionales exigiendo entrevistas e intervenciones vía satélite para sus boletines grises de política y noticias sin alma.

A mi abuelo le sobra dignidad, regala entereza, tiene esa majestad en el saber vivir que lo hace respetable y noble. “¡Cuántas cosas ha visto uno!” me dice, después de hablarme del 20 de Marzo de 1938, que fue cuando lo mandaron a la Guerra; “con 18 años recién cumplidos y sin haber dado un tiro en mi vida; hasta Martos nos mandaron en tren, más pa’llá no se podía”. Yo le pregunto sin parar y él no se cansa de contarme: en qué casa nació, el equipo de fútbol del pueblo cuando él era un chiquillo, los de su quinta, “que apenas queda alguno”, los que cayeron después de la Guerra sin haber hecho nada. El estraperlo, la obligación de esconder la harina y el trigo para poder subsistir con los hornos de pan que habían en la casa…infinidad de penurias y necesidades pasadas y superadas como buenamente se pudo.

Y aquí estamos nosotros. Quejándonos amargamente cuando nos sale un grano, cuando se nos estropea el coche, cuando se va la luz, ¡oh, dios mío que no me funciona el portátil!, ¡qué será de mi si no para el autobús!. Él sale a la calle con dos bolsas colgando del cuerpo, una para la orina y otra para los excrementos, pero os puedo asegurar que nadie lo nota. Lo que sí nota la gente es su olor, su colonia, que no es de Emporio Armani, pero no falla un día. Sus camisas bien planchadas y sus pantalones con la raya esculpida por la mitad. Tan derecho como le dejan sus dolores y ahí va, calle adelante, sin ningún complejo y con la vida por montera, hablando con todos y respetando a cualquiera.

90 años y sigue afeitándose solo. Ése debería ser el titular de portada en El País…aunque tanta dignidad sonrojaría a muchos.Sí, mejor dejarlo como está.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Y yo que sólo queria hacer footing...

Que vamos a hacerle...aquí acabo todo. Saludos a todos. Fue genial mientras duró. Os espero en la barra del cielo. Ciao.

http://www.jetueunami.com/13emeRUE/meurtre/JorlJuanlu/p69780qqj5g46g4p26b8

La vuelta a la tortilla

Últimamente vengo encontrándome con casos de padres separados o divorciados. Los que más de cerca me tocan son un par de compañeros de profesión a los que me unen lazos de amistad desde hace algunos años. Ambos dos son, sobre el resto de atributos, buenas personas; buena gente que jamás hicieron daño a nadie, lo que hace aún más dolosa la situación que están viviendo.


Uno de ellos vivía junto a su pareja y sus dos hijos en común. No se habían casado por estimarlo oportuno según sus creencias. Un buen día deciden dejar la relación y he aquí donde la supuesta liberalidad de "ella", en este caso, se va al garete para aprovecharse de todo lo que la ley ofrece en estos casos a la mujer.


La ley dice que el núcleo familiar no debe ser abandonado por los niños para no crearles una ruptura emocional perjudicial en esa temprana edad. Estoy de acuerdo. Pero, ¿qué pasa si la vivienda pertenece a todos los efectos al hombre?, y antes de respondernos a esta pregunta; ¿por qué maldita regla de tres la custodia se le da siempre a la mujer a no ser que ésta sea alcohólica, drogadicta o esquizofrénica?.


Atentos a la jugada: mi colega paga la manutención de cada uno de los churumbeles: unos 500 pavos por cada niño, más una compensación monetaria a la mujer porque tras la separación es ella (que estaba en el paro) la que sale peor parada de la nueva realidad. En total el desdichado ve como entra y sale el dinero de su cuenta a unos 1300 pavos por mes. Si a esto le sumamos la hipoteca, que por supuesto él tiene que seguir pagando...la broma le sale bastante cara como os podéis imaginar.


Un último dato para desternillarse de la risa: la manutención de los hijos se detiene una vez que estos se han independizado, no con la mayoría de edad. A alguien le suena de algo la palabra "independizarse"...porque yo la oigo y es como si me hablaran de los ovnis o de la masculinidad de Lopera; existir existirá, pero yo nunca lo vi. Al menos en este nuestro querido país.


No me quejo de dar de comer a mi hijo, eso sería incongruente. Me quejo de que un Don Juez venga a decirme lo que tengo que hacer con mi propio hijo como si fuéramos anormales; de que un Estado se vean tan poderoso como para dictarnos leyes injustas y no pase absolutamente nada; de que diariamente la cara de tonto más grande que veamos sea la de los políticos y no los tengamos por tales cada vez que ponen en la calle propuestas imbéciles y descerebradas.


Más a más. Este artículo lo he leído esta mañana y por eso me he animado a escribir este comentario: UN JUEZ SEVILLANO PREVÉ UN HOLOCAUSTO SI SE ENDURECE LA LEY DE VIOLENCIA DE GENERO.


Francisco Serrano ha rechazado el borrador para el estudio de dicha ley propuesta por el PSOE por la que en caso de admitirse a trámite una denuncia de malos tratos realizada por la mujer o sus hijos, se retiraría de forma cautelar e inmediata el régimen de visitas de los hijos con el padre.

El juez sevillano, que en ocasiones anteriores ha comparado dicha ley con la base de detención de Guantánamo por la falta de garantías jurídicas, ha añadido ahora que la propuesta de reforma "producirá situaciones de injusticia y eso puede llevar a las peores condiciones de violencia". Aumentarán los suicidios de hombres denunciados y los asesinatos de mujeres, de los abogados, jueces y fiscales que intervienen en el proceso familiar, en una situación que Serrano compara con un "holocausto".

A su juicio, la suspensión de los contactos de padre e hijo "sólo se debe hacer cuando el menor haya sido víctima de maltrato" y al menos se debe dejar la decisión en manos de un juez, como ocurre hasta ahora. Ha criticado, además, que la propuesta de reforma no incluya la suspensión de los contactos cuando la mujer haya sido la maltratadora.

Serrano ha recordado que, de los 638 hombres que se suicidaron en España en 2006, el 80 por ciento se encontraba en proceso de divorcio, y ha lamentado que las estadísticas oficiales hayan dejado de desglosar estos datos por sexo desde dicho año.

Respecto a otras reformas propuestas por el PSOE, Serrano ha rechazado la propuesta de formación obligatoria para los magistrados que ejerzan en los Juzgados de Violencia de Género, lo que considera "quebrar el principio de independencia" y un "intento de adoctrinar a los jueces", prohibiéndoles aplicar el principio de libre valoración de las pruebas.


Es triste tener que decir esto, pero amigos, sólo nos queda ser cautos, medir los pasos que damos, porque la injusticia ya está hecha, la trampa ya está puesta, ahora sólo queda esquivarla o meter la pata, por no decir otra cosa.


lunes, 5 de octubre de 2009

Cash is not Emotion


No voy a hacer una crónica del partido de ayer. Hace mucho que el fútbol pasó de tener interés para mi, a mera distracción ocasional. Las cosas pueden gustar en un rango casi infinito, que se agranda a medida que tenemos conocimiento sobre el tema en cuestión; de ahí que un carpintero disfrutará muchos más de contemplar un mueble perfectamente acabado que alguien que jamás lijó un tablón.



Yo no he jugado al fútbol en un equipo medianamente serio, pero he visto los suficientes partidos como para saber que un gol se puede celebrar de muchas formas, tantas como posibles combinaciones se den entre unas cuantas variables que yo divido en dos: interiores y exteriores al propio jugador. Las interiores son básicamente las que componen la personalidad del jugador: los hay pusilánimes, como Juanito, el exbético; ardientes, como Stoichkov...etc etc. Y las exteriores son las que no dependen del propio jugador: su lugar de nacimiento con respecto al equipo dónde juegue, el tiempo que lleve jugando en un equipo o ciudad...etc.



Toda esta perorata es necesaria para exponer lo que ayer me rondaba la cabeza cuando acabó el partido. El Sevilla ganó al R. Madrid y por encima de todo lo que ello significa (seas o no sevillista), en mi cabeza se repetía una imagen que me retrotraía a otra más antigua, tanto que yo no era más que un niño de 2 años. Fue en el minuto 69' del partido Italia - Alemania Federal, final del mundial de España en 1982. Marco Tardelli marcaba el 2:0 que casi aseguraba el mundial para Italia. Imagino que muchos se acordaran, no del gol, que fue una normalidad o casi una mediocridad porque es fruto de un mal control acompañado de un resbalón al chutar. Pero el tiro fue seco hacia el ángulo inferior izquierda de la portería alemana; Schumacher ni se movió. Lo importante venía justo después. Si miráis a la cara de Tardelli, tarda un segundo en ser consciente de donde estaba y de lo que había hecho. Cuando calló en la cuenta y sus piernas le dieron para salir corriendo a ninguna parte, estalló la emoción...pero no os lo voy a contar yo, que os lo cuente él:




Marco Tardelli llevaba puesta su camiseta. Ayer en el Sánchez Pizjuan también hubo un chaval que llevaba su camiseta. Ésa que se lleva puesta aún cuando estás desnudo; esa que va por debajo de la piel, ésa que no se ve pero es la que más se siente. Esa que corre por las venas y que poco o nada tiene que ver con divisas, rubros, empréstitos, créditos bancarios, ni con Pérez ni con Florentino...seguramente éste también se diera cuenta, y quizá también como yo se acordara de de Marco Tardelli...o de cómo le gustaría que Cristiano Ronaldo no le hubiera costado tanto dinero y tan pocos sentimientos. Porque esa rabia, ese pundonor que ayer se proyectaba de ese cuerpo pequeño y ágil se hace a fuego lento. A base de mañanas de sol, de tardes de plazoleta y pelotazo, de carreras en la ciudad deportiva, de "olés y palmas en el Pizjuan", de sentido colectivo, de escudo por encima de un nombre y de ser, como dijo el columnista; "Carne de Nervión".

De seguro que C.Ronaldo, o Kaká, o Benzemá...etc, etc, marcarán muchos más goles que Navas en esta temporada, seguramente sean más importantes que éste del que hablo y definitivamente habrán muchas más personas viéndolos a ellos que al moñiguero...pero jamás, ni por asomo, tendrán tantas razones como Navas para celebrar un gol así,como él lo hizo y como ellos sueñan hacer.





lunes, 28 de septiembre de 2009

Sonríe pasablemente, algo es algo.


Día difícil hoy. Siempre me pasa cuando voy a la oficina del paro. Atestado, por supuesto. Gente incómoda, gente que no quiere estar allí la mayoría y el resto está para aprovecharse de lo que le regala el estado cuando ni de lejos se plantean trabajar.


Qué sistema más cutre este. Nos tratan a todos como ganado y del mismo trato que nos dan nos vamos transformando. Estando en la cola para arreglar los papeles ("reanudar la prestación", qué expresión más aseada y bien sonante; a mi me revuelve el estómago), llegó un toro. Y como cualquier toro enfadado que se precie, sólo sabía dar cornadas. Bravuconando espetaba por el hocico sonidos que aspiraban ser palabras: "Zhan ekivucao...man puegto zais mece uando io tabaje lo menon cuatorce!!!!". Malditos sean aquellos que critiquen o mal miren a alguien por no saber hablar bien, por no saber expresarse como dios manda, porque nadie tiene potestad para juzgar ni para saber en qué condiciones se ha criado nadie, ni con qué oportunidades contó, o que le quitó las circunstancias que le rodearon...pero malditos todos aquellos que no saben lo que es el respeto, los que no saben escuchar, los que piensan que la razón en una conversación cualquiera se adquiere por el volumen de la voz, los que usan la fuerza bruta como único argumento en cualquier situación.


Pero si penoso era el energúmeno en cuestión, igual o más penosa es la actitud de los que se veían afectados por el astado. Nadie fue capaz de pedir,por favor o sin él, que se apartara un segundo, que aguardara su turno, que no eran formas, que no le chillara en la cara, que no hacía falta...cualquier cosa. Estuve a punto de ser yo quien le dijera algo...pero espere un segundo, para comprobar si alguno de los que se vieron interrumpidos tenía la dignidad mínima para repeler el ataque. Nada. El indeseable seguía chillando y chillando y aquello que rayaba en el despropósito supino se convirtió en algo normal, aguantable, pasable...porque para qué, para qué molestarse, para qué reprimir al bestiajo, si seguro que es peor...mejor esperar y ya pasará el caparrón.


La sumisión es de los más contagioso. Aparece en el gesto de la funcionaria y se va desenrollando. Cae sobre los formularios del ministerio y se desparrama. Fluye y fluye; y antes de que te des cuenta tu cabeza está a kilómetros de allí, en alguna esquina de tu barrio, en algún partido de hace años con tus colegas, en la cintura de alguna...etc. Y todo para que lo que ves pase pronto, porque si te gusta poco la causa, qué hacemos con el efecto...y esa tendencia es difícil de doblegar. Hace falta ser un semi héroe para alzar la voz en ese momento. O al menos, eso parece...yo no quiero creerlo, me resisto a creerlo...pero, ¿qué hice yo?. ¿Quiénes eran más asesinos, los nazis o todos aquellas gentes normales que sabían lo que pasaba y no lo denunciaron?.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Un buen plan

Creo que es de recibo utilizar este medio para compartir con mis amigos algo que seguro van a valorar como buenos nazarenos que son (los que lo son, claro). Desde hace tiempo me di cuenta que mi naturaleza me impulsa a compartir con la gente que quiero todo aquello que me hace sentir bien, desde una película, un lugar, un libro…y pensándolo un segundo, incluso a las personas…de hecho a muchos de vosotros os presenté yo, cosa de la que estoy muy orgulloso. Los inmiscuidos saben de qué hablo. Un día hablaré de los orígenes…que de eso hablamos poco.

Sé que esto le pasa a casi todo el mundo, pero a unos más que a otros. ¿Qué significa si no este blog?.

El caso es que muchas veces nos devanamos los sesos buscando planes o sitios a los que ir para pasarlo bien. Que si una peli en el cine, que si un nuevo bar de copas, que si una obra de teatro, que si un paseo por la calle Betis…la mayoría de las veces estos planes cumplen con las expectativas que llevabas. Pero qué hay de esas veces que esperas poco, o nada y te encuentras con una maravilla, pequeñita, cercana y que ha estado allí para ti, todo el tiempo, incluso la viste un día, al pasar…pero llevabas prisa, no era el día adecuado, o simplemente aún no tenías las “gafas” graduadas.

Hoy fui con M.del Mar al Factory. Estoy buscando desde hace días una camiseta lisa, sin dibujos ni nada; para pintarla. Cuando tenía 20 solía hacerlo, incluso todavía tengo algunas que me quedan bien. Entre el tiempo que voy a tener (creo) y lo poco que me gustan las camisetas que veo por ahí…pues se me ocurrió volver al pincel.
8 euros, blanca y otra negra, XL, en otra época sería L, pero Hispano quedó lejos ya.
Salimos. Nos compramos unos Brikis Fusions en el Burger King, que para algo ha de servir. Y de buenas a primeras se me ocurrió irnos al Hipódromo.

Eran las 8:30 aprox., y estaba anocheciendo. El sol se ponía y las nubes más al oeste estaban rojas y anaranjadas, allá por el Aljarafe.

Nos colocamos en lo alto del cerro que está más allá del aparcamiento. Siguiendo por la carretera, pasas la entrada a las gradas y subiendo la última cuesta antes de empezar a bajar, pues ahí. Seguro que sabéis dónde os digo. Cuando subes con la bici, como solía cuando la cogía, llegas demasiado ahogado como para fijarte demasiado; pero si te paras un segundo y miras hacia Sevilla, verás todo un espectáculo. Entre los olivos que circundan la curva se abre un hueco de unos 9 ó 10 metros entre un árbol y el siguiente. Por ahí, como si fuera una ventana desde el altozano, puedes abarcar desde el Aljarafe hasta Montequinto. Aguzando un poco la vista podéis ver la Giralda, el Alamillo, las torres de La Plaza de España, por supuesto el puente del Quinto Centenario…y si va anocheciendo, un arco iris de luces sacado de Encuentros en La Tercera Fase.

Desde allí podía verse toda Sevilla pero “en silencio”, en medio de la brisa del campo, teniendo toda la vorágine de la metrópolis delante de ti, pero lejos; a vista de pájaro. La perspectiva siempre permite ver mejor y ser más consciente de las cosas. Por eso, y durante un instante, me sentí dichoso de estar donde estaba, de ocupar ese trocito de espacio, de vivir en Dos Hermanas, de estar tan cerca de algo a lo que se quiere tanto…



Hay un tronco que sirve de valla para no caer de la cuesta abajo. A nosotros nos sirvió de asiento, aunque los cardos secos del suelo me provocaron un sarpullido en el brazo. Todo no podía ser perfecto…aunque un par de caricias de “ella” funcionan mejor que cajas y cajas de inyecciones antihistamínicas.

Os invito a todos a ir allí. Esa hora es genial, pero a medio día, antes de la cerveza tampoco estaría mal. A lo mejor os pasa como a mí, que ahora me voy a la cama con ese regusto que dejan los días bien aprovechados.

Hasta mañana.

sábado, 22 de agosto de 2009

"Esto es lo que hay. Da miedo"

Voy a transcribir un correo que un buen compañero de la radio me ha mandado. Se trata de la realidad política, empresarial e informativa que tenemos en este nuestro querido país, España. Ayer cenando por casualidad con un simpático y afáble argentino me llamó la atención unas palabras que dijo: "España es un país tranquilo. Nunca pasa nada y quizá por eso la gente nunca protesta, por mucho que se aprovechen de ella, no como en Francia o en Argentina". Estas pullas a nuestra olvidada conciencia social deberían hacernos reflexionar, por eso reescribo aquí lo siguiente tal y como a mi me ha llegado:





The Economist, Wall Street Journal y Financial Times sitúan al IE Business School de Madrid entre las cinco mejores escuelas de negocios del mundo. Hoy he cenado con una persona vinculada desde hace años a dicho Instituto y al mundo empresarial español. He aquí alguna de las perlas que han surgido en la conversación, reproducidas con su permiso:






"No existe libre comercio ni, mucho menos, libre flujo de la información. Es mentira. La información importante siempre es privilegiada. Si una información implica que alguien pueda ganar mucho dinero, nunca fluye y nunca fluirá."






"A partir de ciertos niveles, la relación entre empresa y política es directa. Mucho más de lo que la mayoría de la gente sospecha. Una llamada de teléfono directa, de móvil a móvil, sin secretarias de por medio. Los concursos públicos, cuando hay decenas de millones de euros en juego, son una pantomima. Muchas grandes empresas se presentan no para ganarlo, porque saben que no tienen ninguna posibilidad, sino para ver si hay suerte y consiguen alguna subcontratación."






"España es de 20 familias. Como mucho. Pero podría ser peor. México es de 10."






"Las operaciones económicas importantes siempre pasan bajo el radar. Si todo un país habla de una operación, como la fusión de Cuatro y La Sexta, por ejemplo, es porque, en el fondo, no es importante. Hablan de eso para que no se hable de la operación que realmente les importa."






"Todas las grandes empresas tienen personas haciendo cosas ilegales. Yo los llamo boinas verdes. Tienen libre acceso a las bases de datos de clientes y hacen de todo. Por ejemplo, segmentan a sus clientes según religión para que los estudios de mercado de la empresa sean mucho más eficaces. Para afinar más. Eso no es legal, claro, pero los boinas verdes son indetectables. Ni están en nómina, ni salen en ningún papel de la empresa ni tienen un despacho. Pero cobran muy bien y todas las grandes empresas tienen alguno."






"La revolución tecnológica ha supuesto un problema para las grandes empresas, y es el enorme poder que ha adquirido la gente de sistemas. Es muy raro que una empresa despida a un veterano de sistemas. Por ejemplo, ahora, en plena crisis, la gente de sistemas aguanta en sus puestos, por mucho que cobren. Eso es así por la cantidad de información que tienen sobre la empresa. Saben de ella más que nadie, y las empresas no saben cómo gestionar ese poder que, sin querer, les han dado."






"Sí, claro, publica lo que quieras. Quien lo quiere saber, ya lo sabe, y al resto le da completamente igual."






AL RESTO LE DA COMPLETAMENTE IGUAL... esto es lo verdaderamente sangrante. Sé que es díficil acceder a la información importante, pero es que ni siquiera la básica, la que nos llega cada día hace reaccionar a la gente. Nos hacen ser egoístas; pensar únicamente en nosotros: mi coche, mi piso, mi televisión, mis vacaciones..mi, mi, mi...y lo hacemos encantados. Ya que tenemos todas nuestras necesidades básicas cubiertas...¿a qué esperamos para hacer algo más?. ¿Por qué si a nadie le gusta este sistema no se hace algo para cambiarlo?. Son expertos en hacernos olvidar que todos juntos podemos, que el pueblo tiene el poder, que sin nosotros no son nada...su trabajo lo hacen genial, cada día, no decaen nunca...nosotros cejamos hace tiempo. Pusilánimes todos. Que asco. Que falta de imaginación, de vitalidad, de ilusión por la cosas que no se nos dan en la mano...ya basta de culpar a otros, que cada uno se mire el ombligo y piense qué hace realmente por mejorar la vida de los que le rodean; y por ende su propia vida y su conciencia.

martes, 18 de agosto de 2009

Careta y Tropezón

Careta fue la primera. Siempre hubo perros en el patio de la casa de mi abuelo. Allí la afición a la cacería mueve a los hombres a acumular perros en sus patios con la menguante ilusión de que les traigan la pieza sin comérsela por el camino. Por lo general son de media casta, frugalmente alimentados, según el mentor y de regulares modales según también el tarugo que los críe.


Esta costumbre, convertida ya en tradición, se convirtió en mi en pura indiferencia hacia los animales que moraban nuestra casa. Las escasas horas que pasaba allí justificaban el desapego que siempre les tuve a los perros. Pero esta vez iba a ser diferente.


Al principio fue como siempre. Yo sabía que estaba allí y ella sabía que alguien andaba por aquella casa por lo general oscura y silenciosa como una tumba, ya que desde hace años nadie vive en el que fue hogar de mi abuelo, excepción hecha de los fines de semana y las fiestas locales.No sé si fue por propia iniciativa o por mero instinto, pero el hecho es que el cúmulo de horas solitarias que iba pasando en mi nueva residencia me fue inclinando a acercarme cada vez más al patio.




La luz, que entra a la casa desde ese lado; las macetas, que dan un punto de color, de vida necesario y que contrasta con el estatismo de una casa umbría y vacía...todo esto me hacía pasar más ratos en ese lado de la casa; o eso creía yo. El caso es que me fui acercando a ella.
Un día cualquiera decidí cambiar mi sitio de lectura y ponerme en el patio, con una silla al agradable sol de Marzo, no como el que tenemos ahora. Ella me miraba extrañada; supongo que en su vida había visto a nadie sentarse a leer delante de ella. El caso es que yo allí me sentía agusto. Aquellos ojitos mirándome atentamente a cada movimiento que yo hacía, o distrayéndose con los sonidos más insignificantes...todo aquello me hacía formar parte de algo en lo que no estaba sólo. Los dos compartíamos la tarde, toda para nosotros, sin que nadie nos molestara. Los sones horarios del campanario eran el único punto y seguido en nuestro remanso.


El cariño del uno hacia el otro fue aumentando. Le daba de comer cada día: cuando había pienso, pienso, cuando no, tenía que sacar ingenio...hasta llegué a comer menos de los tupper de mi madre para dejarle algo, componiendo la manduca con un mendrugo de pan mojao en sopa, en fideos, en menestra...etc. Incluso chorizo ibérico le daba, que a mi no me sienta demasiado bien. ¡Cómo agradecía aquellos apaños!. Cuando me oía entrar por la puerta los días entre semana cerca de las tres, se ponía a ladrar y ya no se escuchaba otra cosa en toda la casa. Yo abría la ventana de la cocina y le respondía : ¡Quién ha venío! ¡ Y mi Careta guapa! jajajaja, me reía yo sólo imaginando que alguien me oyera.



A partir de entonces todo era aparecer en el patio y empezaba la fiesta. Daba saltos tan altos que me llegaba a la cabeza, hasta que arrancaba la pica que la sostenía a la cadena. Su ilusión por verme la ponía tan nerviosa que todo lo que quería era tocarme; literalmente se abrazaba a mi pierna y no quería que me separa de ella, ladrando, saltando, corriendo...como loca. Qué pocas veces vemos esa alegría natural en la gente que nos conoce cuando nos encontramos; quizá cuando hace mucho que no nos ven, pero jamás tan de verdad e imposible en la cotidianidad del día a día. Es una alegría desbordante, que lo llena todo y siempre a pesar de que un día se te olvide darle de comer, o no la saques a correr, o la tengas desatendida, sin agua fresca y con moscas alrededor...cuando llegas allí está todo el cariño del mundo para ti, sin reproches, sin malas caras, sin esas verdades que te hacen culpable...todo se olvida, como si no hubiera existido. ¿Hay un amor más sincero que ese?, dar y no esperar, perdonarlo todo, olvidarlo todo...


Me di cuenta de lo celosa que era cuando apareció en escena el otro individuo: Tropezón. Un bretón pequeñito (cada vez menos) que escogimos de entre toda una camada. Por supuesto me fijé en el más tontorrón, el que casi no andaba mientras sus hermanos saltaban de aquí para allá. Él no hacía más que tropezarse y esconderse tras unas tablas. Estaba claro que era el elegido.




Al principio les costó adaptarse el uno al otro. Como en cualquier relación, uno de los dos tenía que ceder más para equilibrar las cosas, y entonces conocí la nobleza de Careta. El enano torpe se hacía con el mando, hacía y deshacía, comía de lo suyo después de jartarse de lo ajeno...sin embargo, siempre era él quien iba en busca de ella. Saltándole encima, haciéndola rabiar, mordiéndole la oreja, las patas...un incordio; pero ella lo aguanta todo y rara vez le ladra. Me emocionaba ver cómo después de un par de días difíciles marcando terreno por fin jugaban juntos, compartían jergón y ya son uña y carne, siendo tan diferentes. Eso sí, tengo que acariciarlos alternativamente y repartiendo los tiempos, sino se ponen celosos...ella más que él, incluso de M.del Mar...que también me ha enseñado a quererlos, casi sin darse cuenta.

Allí siguen los dos, esperando a que vuelva, destrozando cualquier zapato despistado que caiga por allí; regalando empatía y cariño a todo aquel que quiera pararse a su lado un rato, no mucho...si se sabe apreciar, si se sabe comprender cuánto bien nos hacen y qué poco se lo agradecemos. Ahora iré preparándome para la despedida, que será dura y triste, pues fueron mis fieles compañeros durante 5 meses de mi vida. Nunca sabrán lo importantes que fueron para mi; una presencia real a la que me agarraba y que convertía la soledad en un juego de niños. Ellos son los verdaderos dueños de la casa, pues conocen como nadie el sonido profundo de las horas muertas que transcurren dentro de ella.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Radiografía

Cuando empecé a escribir en este blog pensaba usarlo como una especie de diario donde recoger mis pensamientos, mis preocupaciones...¿mis intimidades?

Hace poco Canal Sur ha comenzado una compaña de concienciación para hacer ver a la gente la multitud de riesgos a los que estamos sometidos, consciente o inconscientemente, usando internet sin ningún tipo de tamiz o filtro por nuestra parte. No esos que nos ofrece Facebook o Tuenti, esos sobre quienes queremos que vean nuestras fotos...no, no me refiero a eso. Me refiero a la protección personal que nosotros mismo deberíamos dar a nuestras cosas en la red. Y es que a veces se nos olvida que te todo lo que pasa por la red puede llegar a manos de gente que nos quiere poco, ya sea conocida o desconocida...por no hablar de los perjuicios que podríamos ocasionarnos si alguna información incómoda llega a la persona equivocada, ya sea por descuido o por triquiñuelas de baja calaña.

Ya sé que es fácil olvidarse de todo y de todos en la intimidad de nuestro portátil. Estoy aquí, en mi salón, sólo, sin nadie presente y claro...como no dar rienda suelta a nuestra mente para sacarlo todo, para decir y dejar plasmado las cosas que tenemos en mente; preocupaciones, recuerdos...pero es un error. Se trata de una gran tontería hacerlo por varias razones: en primer lugar, hay que ser vanidoso para creer que a la gente potencial a la que puede llegar esto, le interese mis intimidades; y una vez sabido esto y también teniendo claro que sí, que hay gente a la que interesa (por suerte), ellos se sentirían agraviados al ver su derecho, ganado con el paso del tiempo, del tiempo vital y compartido que es el que merece la pena, tirado por el suelo. Desparramado por internet como si fuera la foto de un famoso, o la crítica de la última película insípida. Alguna vez he visto en Facebook la foto de un tío besándose con la novia, y al rato ver el comentario de ella diciendo con vergüenza: "pichurri, ¿esto qué hace aquí?". Es decir; ¿qué cojones pretende ese individuo colgando el beso que le dio a su novia?, alardear de novia, decirle a todo el mundo lo orgulloso que está de la hembra que lo aguanta...porque la cosa tiene que aguantar vamos.

Cada uno está en su derecho de hacer lo que quiera, siempre que sea permitido. Pero, ¿qué intereses hay detrás de esa gente que va corriendo a colgar las fotos que hizo de sus amigos y de sí mismo en la última juerga que se corrieron?. ¿Por qué hay que hacer público lo que antes era íntimo?, ¿por qué le damos tan poco valor a nuestras cosas: a nuestra imagen, a ese momento único que es estar con nuestros amigos de verdad,a nuestra intimidad en definitiva...?. Dónde ha quedado el regocijo de tener algo en común con un amigo, amiga o novia, y que sólo lo sepamos los dos. Es cuando compartir adquiere su significado verdadero, cuando se crean lazos eternos entre las personas, cuando tu amigo...etc tiene algo de ti que nadie tiene ni tendrá. Y sólo lo sabéis los dos. Quién no haya experimentado esto, debe saber que hay algo que le falta por vivir.

Se ha convertido en práctica habitual intercambiarse las fotos comunes entre varios conocidos por internet: "¿No tienes Facebook?, pues ahí te las cuelgo." Así de fácil, sin pararse a pensar no sólo a quienes puede llegar esa foto, aún siendo la más inocente que se pueda imaginar; si no lo que significa publicar una imagen. Por que realmente es eso lo que hacemos cada vez que subimos algo a internet: PUBLICAR, poner ahí para los demás, para todo el quiera acercarse y cogerlo.

¿Cómo es que nos vendemos tan barato?, y ¿a cuántos de los que salen en la foto preguntamos si le parece bien que colguemos la foto?. Por supuesto que los de estas empresas son muy listos, y no sólo existe la posibilidad de colgar una foto en la que sale alguien a quien jamás preguntaremos su opinión sobre meterla en internet o no, sino que también está la posibilidad de etiquetarla...qué bonita palabra...me recuerda a NOMINAR...qué bien saben decorar las palabras cuando nos venden mierda.

El otro día leí que nunca violadores, secuestradores, pederastas...etc lo tuvieron tan fácil como ahora. Basta con poner un nombre, ver las fotos, elegir la/el que más le guste, mandarle un mensaje de amistad...y si cuela, con suerte, podrá saber por dónde sale, quiénes son sus amigos, y hasta su dirección.

Muchas veces hablamos de los canis, de los niñatos...y en relación a lo que escribo pienso: no hace falta tener serrín en el coco para hacer estas cosas; para colgar la foto de tu escote o de tu paquete, o de la cena con tus colegas...nos pasa a todos, y pocos se paran a pensar en todas las consecuencias que esto puede acarrear. Aquí sólo he apuntado algunas, pero hay muchísimas más. Si alguien lee esto, que se pare a pensarlo un segundo, nada más.

martes, 14 de julio de 2009

De Profundis, Oscar Wilde (1905)


Se trata de la tercera parte de la obra redactada por Oscar Wilde desde la cárcel, dedicada y dirigida a Alfred Douglas, hijo del marqués de Queenberry, y cuya relación sentimental al ser considerado un menor y del mismo sexo, motivó la prisión del escritor en aquella época victoriana.

Salió a la luz cinco años después del fallecimiento de Oscar Wilde y gracias a los desvelos de Robert Ross, su amigo y ejecutor testamentario.

La obra representa el cenit de la inspiración y de la autobiografía del poeta inglés y revela cómo cualquier clase de experiencias poseían para Wilde significado artístico. En su anterior vida deseaba poner la mayor distancia posible con el dolor, por considerarlo una degeneración del espíritu, y en cambio, sufrió en sus propias carnes y espíritu el escándalo, la vergüenza derivada de un terrible proceso, la más ingnominiosa condena, el mayor desprecio de los hombres y toda clase de burlas. Durante los primeros meses, incapaz de resignarse, pensó en el suicidio, pero tras una larga meditación, resignado y mortificado por un enervante trabajo manual, descubrió toda la grandeza del dolor y el sufrimiento que plasmó en De Profundis.

  • " Las funestas equivocaciones de la vida no deben ser atribuidas a la ausencia de razón. Un instante de irracionalidad puede llegar a ser nuestro momento más hermoso. Nuestras equivocaciones son producto de la lógica que rige al hombre. Entre ambas cosas media un abismo".
  • " Quiero poder llegar a decir con toda sencillez, sin falsedades, que mi vida tuvo dos momentos decisivos: cuando mi padre me envió a Oxford, y cuando la sociedad me mandó a la cárcel. No quiero decir con ello que el haber entrado en la cárcel sea lo mejor que me podía haber sucedido, pues esto implicaría una amargura excesiva contra mí mismo. Prefiero decir u oír decir que habré sido un hijo característico de mi tiempo, que, en mi perversidad, y a causa de ella, he trocado en malo lo bueno de mi vida y lo malo en bueno. [...] lo esencial que he de realizar, es absorber en mi todo cuanto se me ha hecho, convertirlo en una parte de mi mismo, aceptarlo sin protestas, ni resistencias, ni temores. El mayor de los vicios es la ligereza. Todo lo que llega hasta la conciencia es justo".
  • "Al principio de mi reclusión algunos me aconsejaron que intentase olvidar quién era. El consejo no podía ser más desgraciado. Tan sólo dándome cuenta de lo que soy he podido hallar algún consuelo. Ahora hay quien me aconseja también que, en cuanto sea puesto en libertad procure olvidar la cárcel. Pero sé que eso sería igualmente fatal, pues toda mi vida me sentiría perseguido por un insoportable sentmiento de verguüenza, y todo lo creado para mi y para los demás: la belleza del sol y de la luna, el cortejo de las estaciones, la armonía del amanecer y el silencio de las dilatadas noches, la lluvia murmurando entre el follaje y el rocío que cae sobre la hierba y la platea, todo estaría hollado para mi y perdería su poder curativo y su popiedad de esparcir alegría. Lamentar la propia experiencia es como impedir el propio desarrollo; negar la propia experiencia es como sellar con una mentira los labios de la propia vida. No es menos que intentar renegar de la propia alma".
  • "Al entrar en contacto con el alma(para lo que hay que desprenderse de todo lo material), uno se vuelve otra vez niño, y esto es lo que uno ha de ser, según las palabras de Cristo.Qué trágico es pensar que pocos son los hombre que se hallan en posesión de su alma antes de la muerte. Emerson dice: <nada hay más raro en un hombre que una acción voluntaria>. Esto es una gran verdad, pues la mayoría de las gentes son distintas de ellas mismas. Piensan con las ideas de otros; su vida es una parodia, y sus pasiones son remembranzas. Cristo fue, no sólo el mayor individualista, sino también el primer individualista de la Historia. Hay quien ha querido presentarlo como uno de tantos abominables filántropos del siglo XIX, o como un altruista nacido entre ignorantes y sentimentales. En realidad no fue ni lo uno ni lo otro. Cierto es que tuvo piedad de los pobres, los presos, los miserables y los humildes, pero tuvo todavía más piedad de los ricos, los hedonistas, los que sacrifican su libertad y se convierten en esclavos de las cosas, los que llevan vestiduras finísimas y viven en palacios dignos de reyes. La opulencia y el placer le parecían tragedias mayores que la pobreza y el dolor. Y en cuanto al altruismo, ¿quién mejor que Él podía saber que la inclinación y no la voluntad es lo que nos impulsa, y que no es posible cosechar uvas del espino ni higos de los cardos?...Vivir para los demás no era el fin determinado y consciente de su doctrina. Su base era muy otra. Dice: <Perdonad a vuestros enemigos>, y ello no implica el amor a nuestros enemigos, sino a nosotros mismos. Pues el amor es más hermoso que el odio."
  • "He de decirte esto aún: no tengas miedo alguno al pasado. Si los hombres te dicen que el pasado no se puede cambiar, no los creas: el pasado, el presente y el futuro para Dios, ante Quien debiéramos esforzarnos en vivir, no son sino un instante. El tiempo y el espacio, la sucesión y la extensión, no son sino relaciones casuales de ideas, que la imaginación puede traspasar para moverse libremente en el campo de las existencias ideales. Y las cosas son igualmente, con arreglo a su esencia, lo que nos place que sean. Lo que son depende del modo como las contemplemos. <Allí donde otros - dice Blake - ven únicamente el crepúsculo descender sobre la montaña, veo yo retozar de alegría a los hijos de Dios>.

lunes, 13 de julio de 2009

Ver dos veces


Últimamente estoy viviendo una experiencia nueva y a la vez conocida. Meterme en un grupo de gente unos siete años más joven que yo me traslada a aquellos años en los que estaba en la facultad, con aquellos amigos de clase que entonces eran amigos amigos, de los que lo sabías todo, que contaban contigo para cualquier cosa, tu grupo, tu gente...es fácil ante esta perspectiva que los pocos paréntesis instantáneos que se abren en un finde de playa, música, comidas, buena gente y besos...se mezclen con mi propio inventario de aquellos años, donde yo era ellos hoy.

Me doy cuenta una vez más que esos listados recurrentes de edades del hombre, resumidos en videoclips, películas, anuncios...con música de cada época, siempre melancólica y arquetípica, no son más que artificios vacíos, que se quedan bastante lejos de cualquier realidad; porque no hay una realidad. Cada uno tenemos la nuestra. Nuestra forma de ver lo que pasa a nuestro alrededor, de forma individual y de forma colectiva.

Este grupo del que hablo es diferente al que yo tuve, pero sería diferente a cualquier otro. Por supuesto que hay cosas comunes, pero no muchas. Nunca me gustó la tendencia a clasificar que tiene la mayoría de la gente, a embotellarnos según grupos, clanes o creencias..."ese es un pijo...esa es tortillera..." qué asco, qué simpleza.

En pocas palabras, aquel grupo que un día existió, que tuvo vida no forzada, aunque heramos conscientes de que había fricciones, incompatibilidades y risas a mantener a duras penas...hoy ya no existe. Se fue. Es poco menos que un recuerdo poco particular. Quizá hoy lo vea más claro que entonces. En aquel momento con poco se era amigo del que se sentaba a tu lado. Apenas comportías una película, un par de desayunos y unas paradas de bus y con eso sobraba para salir juntos.

Ya entonces lo notas. En tu interior lo sabes. Hay una voz que te dice que a poco que se estire la distancia, las circunstancias no sean propicias o aparezca alguien que nos caiga mejor...la pequeñita grieta que se blanquea sola, puede que empiece a crecer y un día, de un mes de no muchos años allá...ni siquiera habrá muro donde puedas ver la grieta, porque ya no habrá nada.

Cuando me encuentro a uno de aquellos compañeros tiendo a sentir cierto remordimiento. Pienso que pude hacer algo más por nuestra amistad de entonces, que no hice todo lo que estaba en mi mano, que tenían cosas que aguantar pero que también eran geniales en otras...quizá me fustigue más de la cuenta; porque las amistades que se pierden son como los amores que no cuajan: estaba claro desde el principio pero no queremos reconocerlo, nos duele aceptar que algo que nos tomó tanto tiempo se pierda en un instante. Y vestimos el duelo de olvido...como decía Cervantes: "El olvido es un regalo del cielo", si no, quién podría vivir con tanto pesar en la cabeza.

Pero soy consciente de que ese es mi caso: prácticamente no mantego contacto casi con ninguno de mis compañeros de facultad, casi. El domingo pasado, cuando este grupo del que hablo se despidió de ese fin de semana, o quién sabe de qué en realidad...me emocioné mucho, tanto por lo que veía: una amistad sincera, un verano tras el cual no se ordenarán las cosas como todos esperan; ya no se reencontrarán en las puertas de la facultad, ya no habrán más apuntes que compartir ni más trabajos que terminar a las tantas de la mañana porque al día siguiente tiene que estar listo, ni más cenas (sí, pero no, sí que las habrá, pero ya no será lo mismo, porque cuando acabe la cena sabrán que al día siguiente no se van a encontrar)...algo se muere y algo nace. Pero también porque yo era el único que había visto aquello antes y sabía que era lo más probable que pasaría en el futuro. Esa verdad contrastaba tanto con lo que veía que me parecía mentira que llegara a pasar...¡maldita sea!, pero pasa, lo sé...lo sabrán, o quizás no, ojalá que no.

martes, 30 de junio de 2009

Tipología del ser humano


Bueno, esto es una apropiación poco lícita, pero bueno, supongo que cuando se hace y se dice, es menos, ¿no?. Se trata de una columna de opinión que he leído hoy (30/06/09) en el diario Huelva Información. Su autor se llama Santiago González Martín, que tiene 90 años y un sentido del humor genial...a mi me huele a un tal Julio, que por desgracia nos dejo hace años. Que lo disfrutéis:

Desde la perspectiva vital que me da tener noventa años, propongo la siguiente tipología aplicada al ser humano:
Ser humano corriente: es aquel, de género femenino o masculino, que desea ser feliz.
Sabio: parecido al corriente con la diferencia de que sabe mucho más; alguno recibe el premio Nobel pero como ya es muy anciano se muere de la emoción.
Drogadicto: es una especie que ha aumentado notablemente, pues en el pasado sólo se drogaban los ricos, pero al llegar la sociedad de consumo esa costumbre se ha extendido a todas las clases sociales.
Humorista: es bastante serio y dice verdades como puños, pero ni el mismo las cree pues las dice en broma.
Gracioso: cuenta chistes en todo momento pero no hace reír a nadie a no ser que los cuente en televisión pues entonces si tiene aseguradas las carcajadas.
Empresario: cuando cuenta chistes los empleados se ríen a carcajadas antes de acabar de oírlos; deja de tener éxito con sus chistes si se arruina.
Infantil: llamado vulgarmente niño y en realidad es el tipo más sensato de todos los citados en esta carta. Pero tiene un defecto o inconveniente: se hace adulto con el tiempo.

jueves, 25 de junio de 2009

Lo que se dice y lo que cuesta decir.


26 de Junio. El despertador de mi móvil suena a las 6:05, un poco antes de lo normal porque hoy es viernes y toca traslado a Dos Hermanas. Recoger la ropa sucia de toda la semana, hacer la cama (hoy mejor), guardar el portatil en su bolsa y que no se me olvide la nevera de los tuppers...lo normal. Lo que no es normal es que lo haga todo a tiempo; eso sí lo estoy consiguiendo con los años.

Me monto en el coche y la primera noticia que logro escuchar (hace un mes que me robaron la antena del coche; según mis compis de barrio eso se arregla robando la de otro y aunque lo he pensado, no soy capaz. La mierda del mundo no se arregla echando más mierda.): Michael Jackson ha muerto por un paro cardíaco a los 50 años...pensaba que era más joven; es lo que tiene el marketing y ver sus vídeos una y otra vez. Terminas pensando que aún tienen la edad que aparentan. Según parece el estrés de los ensallos y la presión de su entorno para que encarara correctamente los 50 conciertos que tenía firmados en Gran Bretaña han podido con él. Abuso de medicamentos para mitigar los dolores de clavícula y pierna, que se partío al caerse en uno de sus conciertos, sumado al estrés parecen ser las causas antes de que la investigación que se está llevando a cabo termine.

Los alrededores del hospital donde se haya todavía están llenos de fans, de velas, fotos y lágrimas...de gente anónima, gente corriente que con sus canciones bailaron, se enamoraron, se despertaron, se emborracharon, desengañaron y concienciaron...que alguien nos acompañe en tantos momentos, como quiera que sea, hace que lo estimemos, que lo hagamos nuestro pasando a formar parte de nuestra propia vida. Es obvio. No sé cuántas veces me ducharía entre los 14 y los 20 escuchando el Dangerous en mi radio casette; fue de las primeras cintas que me compré...lo recuerdo con mucho cariño.

Fue uno de los grandes, bailó creando su propio estilo, su propia estética. Encima del escenario han habido pocos con tanta energía, con aquellas coreografías luminosas y llenas de fuerza y dinamismo. Aunque últimamente se encasillara con estructuras repetitivas, un rápido vistazo por su discografía nos enseña el montón de registros que poseía: desde "The girl is mind", suave y aterciopelada, haciendo dueto con Paul McCartney, hasta la vigorosa "Bad", pasando por "Remember the time", "Who is it" y las archiconocidas "Thriller" o "Billy Jeans". Personalmente "Man in the mirror" es de las canciones que siempre que acaban me dan ganas de salir a disfrutar de las cosas que se nos olvidan por el paso de los días.

Pero el recuerdo de todo este genio concentrado en aquel cuerpecito debilucho no puede hacernos olvidar otras cosas que poco o mucho tienen que ver con un mostruo de la música popular: Una personalidad infantil, megalómana sin límites, gastando millones y millones de dolares en una obsesión estúpida por su salud, por no hablar de su infame intención de ser blanco (imposible ser más racista). Y qué decir de Neverland, echa a base de vanidad y dinero tirado a la basura en fetiches inútiles propios de la inculta protagonista de "Granujas de medio pelo". No viste Ciudadano Keane, Michael? o es que quisiste imitar a Randolph Hearst. ¿Escribiste tú "Heal the world"?...¿cómo casa esa letra con tu vanidad Michael?.
Sus escarceos con la ley a cuento del abuso de menores...y el episodio tristísimo en el hotel Adlon de Berlín, sacando a un niño a la calle desde su balcón y dejándolo suspendido. Absolutamente vomitivo. Ah, la noche en esa habitación cuesta 12.000 €

Asi que cada cosa en su sitio por favor. La balanza de los hechos y los sentimientos no siempre se equilibra como quisieramos. El comienzo de una de sus canciones puede hacernos olvidar todo esto; y lo hace. Lo perdonamos. Decimos: no me vengas con esas, todos cometemos errores...y a bailar, a sentir.

Te debo grandísimos momentos; sólo y acompañado. Me he servido de ti para muchas cosas y rara vez me fallaste. Descansa en paz...pero yo me quedo con tu música.



Voy a añadir un artículo publicado en ABC digital, para que se pueda contrastar las cosas y no haya aquí una sóla voz:

Michael Jackson se ha ido de este mundo sin la oportunidad de demostrar a los más jóvenes que era algo más que una caricatura desgastada que aguantaba, a duras penas, su insoportable existencia bajo un caparazón construido a base de guardaespaldas, velos, paraguas y mascarillas. Más allá, en los últimos años su halo negativo se había trasladado a sus seguidores. Ser fan suyo se había convertido en motivo suficiente para recibir el calificativo de «friki» y sufrir un par de chistes fáciles sobre su piel, su nariz y los niños.
Y si usted tiene menos de quince años, probablemente pensará que eso siempre ha sido así. Pero realmente hubo una época en la que las cosas eran completamente distintas. Un tiempo en el que Michael Jackson tenía que hacer hueco en su agenda para cantar con Paul McCartney, Mick Jagger o Stevie Wonder, nombres que a muchos jóvenes tampoco le sonarán después de ver el otro día en Operación Triunfo —ésa gran factoría de artistas— a un par de aspirantes que no sabían quién era Bruce Springsteen. Lo siguiente será que en cinco años alguien escuche el «Killing me softly» de Roberta Flack y diga «anda, una negra cantando la canción de Pitingo».
Yo tenía entradas para verle el 1 de agosto en el O2 Arena de Londres, y Dios sabe que me había costado la propia vida conseguirlas. Agotó un millón de tickets en apenas tres horas, pero eso no salió en ningún medio. Durante los últimos años, y hasta ayer, el apellido Jackson sólo podía ser noticia junto a las palabras «locura», «cirugía», «cáncer» o «abuso».
Al final, Michael —sus fans siempre nos referíamos a él por su nombre de pila— ha tenido que irse al verdadero País de Nunca Jamás para que el mundo se dé cuenta de lo que se ha perdido en estos últimos años. Ahora la gente se baja la música de Internet o la compra en iTunes y la mete en el iPod, pero hubo un tiempo en que los fans de esta ciudad hacíamos cola en Sevilla Rock desde bien temprano para hacernos con sus discos que, como los bisiestos, llegaban cada cuatro años. Así llegaron a mis manos «Bad», «Dangerous», «History» e «Invincible». Con «Thriller» fue algo distinto. Yo sólo tenía seis años así que mis padres fueron a pedírselo a los Reyes Magos que, en aquella ocasión, estaban recibiendo las cartas en el desaparecido «Vilima» del Centro.
Lo único que nos faltó en Sevilla fue tenerle en directo. Estuvimos a punto de disfrutar del Dangerous World Tour en el 92 en el Estadio Benito Villamarín pero cuentan las malas lenguas que los tinerfeños convencieron a la organización de que el campo del Betis tenía «aluminosis» y por ello el concierto acabó celebrándose en Tenerife.
Dicen que Michael Jackson era un tipo raro y excéntrico, pero la gente que lo ha tenido cerca de verdad —como mis amigos Toni y Laura— cuenta que era «especial». Ellos consiguieron pasar un día en Neverland, dentro del famoso rancho que Michael tenía en California.
Allí pudieron ver como, al final de un camino de baldosas amarillas, como el del Mago de Oz, había decenas de niños disfrutando de una jornada en el parque de atracciones, del magnífico cine o del tren que cruzaba las instalaciones. Eran pequeños con cáncer y, a menudo, con una corta pero trágica vida a sus pequeñas espaldas. También entraron en el cine, en el que la mitad del aforo estaba dotado con camas asistidas por enfermeros para que los discapacitados pudieran ver películas de estreno.
Desde 1984 miles de niños visitaron estas instalaciones en las que todo, absolutamente todo, era sufragado por el hombre que posteriormente fue acusado de pederastia. Sólo hubo dos denuncias, una en 1993 y otra en 2003 y, curiosamente, en ambos casos las familias nunca denunciaron nada a la policía pero sí se afanaron en buscar a un buen abogado especialista en hincarle el diente a la fortuna de un artista que a día de hoy, es el que más ha invertido en organizaciones benéficas.
Ahora ya todo eso da igual. Al menos durante unos días el mundo vuelve a recordarle por el gran artista que ha sido. Hoy sus fans recordamos que, como en la canción «Gone too soon» -dedicada en 1991 a un niño que murió de SIDA- él también se ha ido demasiado pronto, pero esta vez, al verdadero País de Nunca Jamás.

Javier Pradilla es el escritor de este artículo.

jueves, 18 de junio de 2009

"Erradicar la pobreza es posible". Vicente Ferrer R.I.P


El lo sabía. Y él no era como nosotros. Ha muerto Vicente Ferrer, un misionero español y catalán que se pasó la vida ayudando a los que lo necesitan...pero no dando un euro por la ventanilla del coche esperando que se abra el semáforo. Él se fue a la India, al dístrito más pobre. La región sureña de Anantapur, en el Estado de Andhra Pradesh, más de dos millones de personas han vinculado su economía y su sistema de vida a los logros de la Fundación Vicente Ferrer.; y con sus manos construyó una de las organizaciones más premiadas en el mundo por su cooperación con los más desfavorecidos.

Voy a poner aquí unos extractos de una entrevista que le hicieron en 2002. Veréis que fuerza tienen sus palabras:

- Permítame hacerle una pregunta: ¿Cómo podemos restaurar la sociedad si no hay una reacción masiva en los pueblos que pueden dar? Ha de producirse una revolución, que mueva las masas desde el convencimiento de que en esta epopeya necesitamos un heroísmo colectivo. Sin reconocer que la humanidad está enferma no podemos ganar la gran batalla. Es cierto, la sociedad ha podido estar enferma durante toda su existencia, pero es en este tiempo cuando se produce la gran tragedia de una coexistencia entre los recursos abundantes y la extrema pobreza. Una parte de la Tierra lo tiene todo en las manos, y no obstante, sufre también por la desarmonía global del planeta. Los intereses creados desarmonizan al hombre individuo del Norte, que sufre en su lucha entre el bien y el egoísmo, y su desequilibrio se ve trasladado a la sociedad. ¿Por qué no lo hemos solucionado, por qué no tenemos ya resuelto el problema de las grandes diferencias, de seres que están condenados a una vida infrahumana mientras que potros muchos seres viven en la opulencia? Pero soy optimista, pienso en los logros que se han ido consiguiendo y en los miles de años que han tenido que pasar hasta llegar a este momento.

Admitamos que estamos en un periodo inexplicable de la humanidad que a pesar de todo, progresa hacia una evolución positiva, si bien para lograr la solución también ha de pasar mucho tiempo. Yo también quisiera resolver todos los problemas de la India, pero eso es imposible. Por cierto, los organismos internacionales existen porque el mundo no puede detenerse.

A pesar de sus inicios religiosos, su vida es un ejemplo de anteponer siempre la emancipación de los pobres al discurso evangelizador. ¿Es la ayuda al necesitado la buena acción por excelencia?Déjeme que le explique. En mi caso, se cumplía el tercer año de mi formación religiosa, es ese el momento cuando has de salir pertrechado con el espíritu pero yo decidí alejarme de la espiritualidad. Decidí que lo más me importaba era escuchar y obedecer a mi convencimiento de que a la santidad se llega por los caminos más terrestres. Para mí, actuar es lo más importante, es la última espiritualidad, porque va un paso más allá de la oración, porque en tu acción buena se mueve todo tu ser: la parte física, el sentimiento, las sensaciones...

Es de suponer que fue entonces cuando acuñó el lema que más le define: "la acción contiene en sí toda la filosofía, todo el universo y al mismo Dios"

Cuando empecé a trabajar en las misiones, todo se fundó alrededor de la acción, de disminuir el sufrimiento de los seres humanos, que no consiste en imponer nada sino en ayudar a mitigar el dolor. Formamos una organización semejante a la de ahora, con mi propio catecismo, hablando a los campesinos y diciéndoles que los dos hijos de una madre no son hermanos, se hacen hermanos cuando uno ayuda al otro. Si queréis ser ricos, dad; si queréis ser pobres no deis nada a nadie. Y así fui elaborando los mandamientos que se pueden resumir en el concepto filial entre los seres humanos. Parto de que todos nos debemos a la sociedad en la que hemos crecido y que le debemos devolver lo que nos da. Si haces cuentas y sólo entregas lo que has recibido, significa que no has dado nada, sólo has devuelto.

Son cada vez más frecuentes las noticias sobre malas gestiones de ONGs y los actos reprochables de las específicamente que trabajan en proyectos de desarrollo. ¿A qué atribuye tantas irregularidades?

Esas informaciones son como una epidemia, un virus. Permite concluir a quien quiera justificar su conciencia que, efectivamente, estaba en lo cierto: que no tenía que ayudar a nadie. Los casos de abusos son lamentables, pero humanos, porque voluntarios o misioneros participan de todas las virtudes y defectos de los seres humanos. Sin embargo, en la gran mayoría de las ocasiones los proyectos de las ONGs están muy controlados. Nuestra Fundación hace 32 años que trabaja en el mismo lugar y es la propia comunidad de destinatarios de nuestras acciones quien vigila lo que hacemos.

Se le ha oído lamentar la burocracia a la que están sometidos.

En vez de tantos papeles, las administraciones deberían pedir y comprobar los resultados. Si pedimos dinero para hacer un hospital, quieren controlar las facturas compulsadas, cajas y cajas de papeles que hay que empaquetar y enviar, y lo que deberían comprobar es si el hospital se ha construido y funciona. Sería más fácil y resultaría más eficaz para todos

No hay que olvidar que los más pobres son gente feliz y, aunque resulte difícil de entender, cuanto más poseen son menos felices porque viven con menos tranquilidad. Los pobres no tienen preocupaciones, ya dijo Buda que la felicidad radicaba en no desear nada. -

Espero que la ley de compensación funcione hoy bien, y esta madrugada, a la hora de su muerte haya nacido otro angelito como lo fue él...seguramente nazcan más de lo que creemos, pero aquí estamos nosotros para mal educarlos, para hacerlos competitivos y despiadados, para enseñarles que tienen que pensar en ellos por encima de todo. Ojalá nazcan muchos Vicentes Ferrer y nadie los tuerza.

jueves, 11 de junio de 2009

Apolítico en politología


Esta mañana volví a cubrir una rueda de prensa. Para aquellos que nunca hayan ido a una les diré que se trata de eventos en los que Ayuntamiento, Diputación, Subdelegación o cualquier institución pública convocan para que acudan los medios de comunicación, graben sus voces o caretos leyendo un guión establecido y generalmente cerrado. Cerrado porque la comunicación, que por su propia naturaleza se entiende bidireccional, aquí no lo es ni por asomo. Me dirán que no, que siempre hay un turno de preguntas... éstas suelen hacerlas los periodistas "experimentados" que tratan de resumir en un corte/titular de no más de 30 segundos toda la perorata que el fulano de turno ha largado, a sabiendas de que todo eso se podría resumir en varias frases...pero claro, dónde quedarían ahí la imagen, el saber estar, el aparentar que se sabe de qué se está hablando, la forma y no el fondo.

Se tratan asuntos de interés general para la ciudadanía o eso es lo que tratan de hacernos ver, porque muchas de ellas sólo les interesa a ellos mismos, cuando hay otros temas importantísimos que quedan en el aire, bien porque no es realemente controlable por los poderes públicos (aunque esto ellos nunca lo dirán, o es que puede Zapatero decidir el precio de un café....yo pienso que en un 5%) o bien porque no les conviene: recuerdo cuando en Sevilla se instauró la recogida de basuras neumática en el casco histórico; las bocas selectivas de basura que se comunican por vía subterránea. Yo por entonces hacía prácticas en Giralda TV, iba de ayudante de cámara, figura que por cierto también ha engullido la crisis.
Mentirosín..es decir, Monteseirín era el encargado de hacer ver a los medios (es decir, a todo los votantes sevillanos) las ventajas de esta "moderna tecnología que nos ponía a la vanguardia de europa" (como veréis, los políticos suelen utilizar estructuras repetitivas, exactamente igual que los periodistas deportivos: tienen unas vente y pico de frases que usan sin parar y sin alternativa posible).

Pues bien, allí iba yo con el trípode y la bolsa de la cámara a cuestas detrás del electo político sevillano, que caminaba por las calles del Barrio de Santa Cruz (de Sevilla capitá) más rápido de lo recomendable para su rollizo cuerpo. Nos llevaba a un punto (aparentemente al azar) de recogida neumática de basuras. Andamos bastante. Lo recuerdo porque hacía calor y por el peso que llevaba a cuestas... los cámaras no tienen un trabajo tan placentero como parece. Finalmente llegamos al punto elegido por el titi: dio su discursito de sonrisas profidén, introdujo un balón blanco nike en la boca neumática (por cierto, allí nadie explicó ni preguntó por qué lo de "neumática") y otra vez a andar hasta el punto de recogida del camión de la basura. En total dimos un rodeo considerable desde el punto donde fuimos convocados los medios (al final de Los Jardines de Murillo junto al restaurante Corrientes 348), que coincidía con el punto de recogida donde todo acabó.

Entonces, por casualidad o por curiosidad, me dio por asomarme a una plazita colindante donde, ¡¡¡vaya por dios!!! daba la casualidad que también había otra boca de recogida de basuras...entonces, de mi recalentado cerebro surgió la siguiente pregunta:¿POR QUÉ NOS HA HECHO ANDAR MEDIO KILÓMETRO SI AQUÍ AL LADO HABÍA OTRO PUNTO DE RECOGIDA?. Fácil pequeño saltamontes: en esa plaza hay un cristo con faroles alrededor, y justo al lado del monumento la boca de recogida que viene a ser como un C3-PO cabezón. La foto es sobrecogedora, porque aquello queda allí como "a un santo unos cojones". De hecho, media hora después había convocada otra rueda de prensa de una plataforma que reivindicaba preservar los puntos de interés cultural tal y como están, evitando que los políticos megalómanos y sin escrúpulos destruyan de un plumazo lo que tiene siglos de historia; pero claro, de eso ni mú...porque no conviene, porque no da votos sino que los quita, porque eso es meterse en camisa de once varas a pesar de que a muchísima gente le gustaría ver su ciudad tan guapa como está y no con aberraciones introducidas por gente que no sabe de impacto visual, ni de composición ni de cristo que los crió.

Lo que pasó esta mañana viene ahora y resumo: rueda de prensa en la Subdelegación de Huelva, sala luminosa y gran afluencia de medios...hablarán el subdelegado M.J. Bago, cosejera de innovación y ciencia Manuela de Paz...y un fulano que viene de madrid y se encarga de informar sobre la insercción de la TDT en toda España, que de eso trata la rueda. Ésta comienza y a los medios no nos llega audio. Como siempre miradas furibundas al técnico, como si fuera el único que falla haciendo su trabajo en la sala...porque claro, las jefas de prensa no se equivocan nunca eh, que no se nos olvide esto.

Bien, como conozco algo el trabajo de técnico, sé que la solución no iba a darse al instante, así que improvisé, cogí mi micrófono y estiré el brazo para llegar al altavoz elevado a mi derecha. Era la solución más rápida, porque los convocados ya estaban haciendo declaraciones y mi trabajo consistía en recogerlas. Pero quién iba a decirme a mi que estaba violando una de las normas fundamentales del ritual informativo en estos pseudosaraos (que al final es lo que son). La jefa de prensa no podía consentir que el periodista de RNE (ese supuestamente era yo) saliera en imagen (recordar que allí estaban muchos medios gráficos) estirando el brazo "cutremente" para recoger sonido cuando a saber qué partida presupuestaria de la subdelegación se dedica a la sonorización de las salas de prensa ...se mire por donde se mire, eso "no está bonito" y, claro, allí no importa lo fundamental, allí importa lo aparente, el escaparate, el sempiterno saber estar que tanto daño hace a los informados, a los que esperan noticias en sus casas y no poses estúpidas de niña/o sacados en serie de Antique o de Pasarela Cibeles.

Me quitó de la mano la grabadora y el micrófono con cara de "estoy rodeada de estúpidos que no saben hacer su trabajo" (primer síntoma de incompetente), le di el pie de micro y soltó el equipo sobre la mesa...la rueda había comenzado ya, después de una pausa para solventar los problemas técnicos, por supuesto. Y yo me quedé sospechando que mi grabadora se había apagado y no estaba grabando nada. Siempre pasa cuando recibe un golpe como el que ella le había propinado al "colocarlo" encima de la mesa.

Cuando la rueda terminó, efectivamente mi grabadora estaba lista papeles por la "incompetencia" de alguien...pero ahora llega a la radio y explica todo esto, a ver quien es el guapo que te cree.

jueves, 4 de junio de 2009

Cazador cazado

Se escribió escuchando este tema de THE VEILS
El domingo pasado por la tarde(31 de Mayo) se jugaba la última jornada de liga. La circunstancias habían hecho que a dicha fecha "el otro equipo de la ciudad" se estuviera jugando quedarse en primera o bajar a segunda. Las posibilidades de que eso pasara eran medianamente remotas, porque le bastaba ganar, dependía de sí mismo, y el contrario era el Valladolid, que de los últimos 20 puntos sólo había ganado 2. Pero cabía la posibilidad.

Lo cierto es que hace tiempo que ya el fútbol no es lo que era para mi. Quizá la cercanía que me ofrece mi profesión me hiciera ver con nitidez ciertas cosas, como que las pasiones de la gente se basa en profesionales que siempre tienen en la boca esta palabra precisamente porque no lo son, o lo son a medias. O les importa una mierda esos aficionados que se parten la cara por sus colores; esos que son el alma verdadera de todo este tinglado de embusteros, falsos y especuladores de las pasiones populares. El dinero es mal ingrediente para casi todo, y si aquí entran los sentimientos de tanta gente, el resultado es lo que vemos cada fin de semana.

Sigo. Lo cierto es que tenía interés en ver el partido o, más bien, verlo acompañado de mis amigos, a poder ser béticos. Sí, es verdad, me encanta ver cómo se ponen nerviosos, ver sus caras aparentemente tranquilas pero con la procesión por dentro...jajajaja. No penséis que soy cruel; sólo que me hace gracia cómo algo tan banal se convierte, para la mayoría, en motivo de angustia. A parte que me gusta reírme un poco metiéndome con mis colegas, con chistes tontos que los hagan bajar de "tremenda tragedia", haciendo chistes con los jugadores, comentando lo malos que son...etc, el que haya visto un partido en un bar sabe de qué hablo.

Así iba yo, frotándome las manos ante tal perspectiva...pero, y lo digo con toda sinceridad, en ningún momento se me pasó por la cabeza la posibilidad de que el Betis bajara. Yo sólo quería mis 90 minutos de sufrimiento ajeno, y luego volver a casa con unas cuantas risas en el saco.

Sé que no soy un sevillista al uso. Sólo odio al Betis cuando nos gana, lo que por suerte no pasa demasiado. El resto del tiempo siento por él una mezcla de respeto y admiración, y no pocas veces se me han puesto los pelos de punta cuando veo a esa afición apasionada como pocas en el mundo; esa forma de tomarse las cosas, tan despreocupados, tan vitalistas en el instante y tan olvidadizos en las penas y los baches... sevillanía por los cuatro costados, apareciendo donde menos te los esperas...riéndose de uno mismo y de lo que representa;me encanta que sea nuestro rival, no podría haber otro mejor.

Allí estabamos Mon, Iván, Mª José (un rato) y yo. Lugar: Cafetería Sirope en Arco Norte, sin ninguna solera y sin audio en el televisor, circunstancia que ocupó los primeros minutos del partido: el camarero cagándose en los muertos del mando a distancia y unos familiares (se nota que el sitio lleva poco tiempo abierto) animándolo para que se subiera a una silla a ver si el "uroconector" estaba bien puesto. El caso es que tuvimos que ver el partido sin sonido (Stevie Wonder de fondo) lo que, entre otras, restaba bastante dramatismo a lo que terminamos viendo. Además, los resultados de los otros partidos tardaban más de lo normal en aparecer en pantalla.

En el segundo tiempo, cuando las cosas se fueron torciendo y empecé a temerme lo peor, cogí mi Mp4 cutre para escuchar la radio. Era la única que andaba por allí. No sé si por mi formación o porque me gusta ver las reacciones de la gente, cada vez que había un gol con interés lo decía en voz alta. En principio para que lo oyeran mis compis...pero claro, la tensión fue yendo en aumento, el bar estaba lleno de gente mirando a una pantalla sin sonido y con música relajadita de fondo. El Betis era incapaz de hirvanar una jugada con sentido y la gente ya no confiaba en su equipo, esperando que un gol ajeno (Recreativo, Real Madrid o Racing) les salvara la partida.


No hace falta que diga que la gente miraba de reojo la pantalla y todo el tiempo hacia mi. Cualquier movimiento que hacía, comentario o gesto se interpretaba como un hilillo de esperanza...muchos me decían cosas que yo casi no escuchaba, por el volumen de la radio; y cuando dije "Gol de las Palmas (absolutamente inútil para el Betis)" alguno me dijo, " No me des esos sustos hijo!!!".

Para entonces yo estaba tan nervioso como el que más. Aquellas angustias, aquellas caras que terminan siendo amigas por el largo rato que pasamos juntos, como el compañero de la sala de urgencias que termina contándote dónde estudia su hijo, dónde trabaja su marido... y el hecho de ser el centro de la poca esperanza que les quedaba; me puso en una situación para la que yo no venía preparado. Fui contaminándome del sufrimiento general, y me sorprendí inclinado sobre la mesa, con las uñas entre los dientes, echando miradas rápidas y alternativas a la pantalla y a mi espalda...sé que se equivocan, que no hay que darle tanta importancia a algo tan banal, que no es importante ni directa ni indirectamente para nadie que no sean ellos mismos, los que ganan una pasta por todo este circo...pero en ese momento, donde las circunstancias no me dejaban pensar en nada, deseé como todos ellos que el Betis marcara un gol...por favor un gol!!!! que le alegre la cara a ese niño que el padre olvidó hace un rato encima de sus rodillas, que haga sonreir a esta mujer que lleva tres cafés... como la limosna al pobre, como las sacas de comida que caen en campos de refugiados, como el euro al gorrilla...soluciones de emergencia que no arreglan nada, que no convecerán a nadie de que ese no es el camino...pero normalizarán las cosas por un instante, por un momento, por el segundo de felicidad y puño al aire que dura un gol del Betis.


Sinceramente, lo siento amigos béticos. Hay que volver a los orígenes, al VIVA EL BETIS MANQUE PIERDA, al Gran Benito Villamarín...por ahí volveréis a ser lo que siempre fuisteis.
Pronto estaréis otra vez en casa y os estaremos esperando.